Recientemente el Ministerio de Salud de Argentina y distintas sociedades científicas de ese país promulgaron un Manual  de Buenas Prácticas para la Teleconsulta.

El documento responde al  incremento del uso de los servicios de salud a distancia durante la pandemia de Covid-19 pero  forma parte de un esfuerzo de regulación en la materia que se remonta al año 2012.

Como buenas practicas el manual  entiende “ a  las acciones o intervenciones que responden a las necesidades de salud de las personas relacionadas a estrategias de promoción de la salud, prevención de la enfermedad, recuperación y rehabilitación basadas en el mejor conocimiento científico, que hayan demostrado ser efectivas, contribuyan a resultados positivos en ámbitos clínicos, de gestión y sean de valor para los usuarios».

A continuación destacamos algunos detalles del manual

1)      Está dirigido a todas las personas que requieran y provean atención sanitaria a través de las tecnologías de información y la comunicación.

2)      Rige sobre los ámbitos público y privado.

3)      Se define que las teleconsultas pueden ser asincrónicas o sincronicas, asi como también de primera o segunda opinión.

4)     Dictamina la obligatoriedad de la formación certificada en todos los integrantes del equipo de salud que intervengan en los distintos procesos de la telemedicina.

5)      Aclara el carácter confidencial y privado de las teleconsultas.  Tambien señala que la confidencialidad debe ser bidireccional.

El Manual de las  Buenas Practicas  para la Teleconsulta de Argentina representa una referencia para aquellas naciones que carecen de este tipo de instrumentos. No solo debido al contenido final, también por los fructíferos procesos de intercambio que se generan durante su concepción entre los distintos actores involucrados.

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