Un paciente  que ubica a su doctor de confianza mediante un simple mensaje de texto  o un especialista recibiendo en tiempo real los signos vitales de las personas a su cargo.  

La telesalud tiene muchas formas de salvar vidas.

Gracias al avance de las tecnologías de la información y la comunicación, se ha venido adelantando un proceso de trasformación de los servicios de salud.

Las comunicaciones mediante el uso de video de alta definición, sumado al uso de dispositivos de monitoreo  y examinación para medicina interna, cardiología, oftalmología, dermatología, entre otras especialidades, ha elevado la calidad de las consultas a distancia.

Pero la Telesalud va más allá de la última tecnología: significa sortear las distancias físicas e incluso socioeconómicas que separan a los pacientes y médicos.

El simple contacto oportuno con el especialista indicado asi sea mediante una llamada telefónica tradicional, puede ser la diferencia entre la vida y la muerte.

Desde la Asociación Venezolana de Telesalud y Telemedicina venimos trabajando en la promoción de los servicios de atención en salud a distancia como una opción viable en nuestro país.

La telesalud no es un tema nuevo en Venezuela. Desde hace décadas iniciativas como la UCV SOS telemedicina o la Fundación Proyecto Maniapure vienen marcando pauta gracias a su excelente desempeño.  

Sin embargo, el asombroso desarrollo tecnológico que vivimos en la actualidad  y los retos impuestos por la Covid-19, estimulan un renovado interés en la materia.  

Se pierden muchas oportunidades de mejorar el bienestar de las personas enfermas e incluso de salvar las vidas de los más afectados, cuando no conocemos el universo de posibilidades que ahora mismo están cambiando la forma como se han venido prestando los servicios de salud a nivel público y privado.

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